Lejanos besos emotivos,
aquellos tan bonitos,
hoy solo recuerdos quedan
y a jirones el alma me ajan.
Ahora ya sé lo que queda,
solo largos senderos áridos.
Y de tu amor tan profundo?
¿Qué?... ¿Ya no hay nada?
Todas esas noches eternas
las que siempre me acompañan,
tanto me ahogan y me hieren,
y ellas tan solo te extrañan.
Ahora andaré bebiendo hiel
hoy y todos los mañanas,
los que estén por venir
no lo ves, ya no vivo,
ya ni siento mis latidos.
Aquellos días preciosos
se quedaron en el ayer,
en solo una noche larga
sin permitirme amanecer.
Y ahora que tu sombra
mi cansina voluntad tapa,
Y en esa noche sin fin
vago sin ti y sin mí.
Soy pasto del desierto
y convicto de tu destino.
.
V.H.D.