Hoy a seis años de una nueva demostración de la barbarie humana, otra vez nos preguntamos...
Quien fue la víctima en verdad y quien el victimario.
Hacia quienes iban apuntados esos misiles, llenos de sueños truncos.
A donde quedaron las ilusiones de cada sobreviviente de este mundo. Incineradas, tal vez, por ese fuego tan fundamentalista.
¿A quienes lloraremos mas?
¿Alguien lo hará por nosotros?
Ayer contábamos cadáveres, hoy tan solo años.
Que sencilla matemática proteje nuestro ego.
Y así creemos que estamos a salvo.
Sin siquiera percatarnos que las víctimas y reenes seguimos siendo nosotros.

Perdonalos Señor, no saben lo que hacen...

V.H.D.