miércoles, 20 de mayo de 2009

Infatigable pasión de fuego.



"Tiempo de plenitud, de arrebato, de anhelo. Dudaba si creerlo. Nunca en toda su vida pudo soñar aquello: tan continuo derroche de amor, caricias, besos, cuidados, atenciones. La tenía suspendida en el aire, mecida por el viento de una pasión sin límite, de un compartir intenso. Ya nada le importaba, nada salvo sus besos, nada salvo sus manos recorriéndole el cuerpo, haciendo fluir su sangre, calándole los huesos, llevando hasta su médula el cariño más cierto, la pasión más fogosa, el éxtasis más denso. Soñar entre sus brazos, sentir allí su pecho, dormitar excitada, empapada en su fuego, sin desear apartarse ni para lo secreto. Trabajar le costaba salir de entre su pelo, abandonar la cama, y decirle hasta luego. Dejar de ver su boca era todo un tormento del que se resarcía arrojándose luego completamente ciega al abismo de nuevo, tan pronto conseguía regresar a aquel lecho en donde la esperaban infatigables besos, redobladas caricias, suspiros sin acento, contactos enervantes..."

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